Preparando paliativos para la gripe de 1918
Hace un par de años publicó la
revista Gaceta médica un artículo que titulaba: La gripe española; la pandemia de 1918 que no nació en España.
“La Gripe Española mató entre 1918 y 1920 a más de 40
millones de personas en todo el mundo. Se desconoce la cifra exacta de la
pandemia que es considerada la más devastadora de la historia. Un siglo después
aún no se sabe cuál fue el origen de esta epidemia que no entendía de fronteras
ni de clases sociales”. (Yo creo
que esto último lo puso el redactor, para que dos años después me acordase yo
de un tal vicepresidente).
Aquella gripe de lo que si entendía
era de edades. (La padeció por edad hasta el mismo rey AlfonsoXIII ). La
mayoría de los fallecidos lo fueron jóvenes de edades entre 20 y 40 años. Esta
epidemia sin embargo, atendiendo a los números que oficialmente dan y (que tomaremos
con toda la cautela), parece afecta más a las personas de lo que hoy llaman la
tercera edad.
Fueron cuatro las personas fallecidas
en Masueco de la Ribera en aquella epidemia; es verdad que entonces el número
de habitantes cuadruplicaba al actual. Nada
comparado sin embargo con las 32 de Fregeneda o las 20 de Mieza. De todos modos
tenemos mejor vino y no digamos aguardiente.!!!!!
En aquella época todas las personas
eran imprescindibles, (pues como nadie había visto los virus, no existían), y
podían ir al campo a trabajar. Había dos opciones, o morir de aquella maldición
en primavera, o de hambre el resto del año, y con precauciones y oraciones, escogieron
lo primero.
En cuanto al tratamiento curativo
inexistente, y a los cuidados paliativos que hoy se venden en las “parafarmacias”,
optaron por el segundo, los “vahos” que se decía entonces a base de hojas de eucalipto que iban a buscar
a Lumbrales, por encargo de D.Enrique de Sena, (médico del pueblo en aquel
entones). El aguardiente, que hoy los amigos de Moncorvo en el vecino Portugal
lo utilizan para la desinfección de las manos,(pues el alcohol ha desaparecido
de las tiendas); aquí se administraba
por prescripción médica, vía oral y calentito, y ¡ojo!, que no cayera ni gota
al suelo.
En cuanto a aquella pandemia; la primera
de las mentiras fue denominarla gripe
española cuando apareció por primera vez en los Estados Unidos. La verdad a medias podría ser, que los productos de parafarmacia en
aquella época aquí en Masueco, eran mejores que los de los pueblos vecinos. Nada
comparado con lo que recoge la comisión
de la verdad sobre aquella gripe, achacando la mayor mortandad en aquellos
pueblos, a los recortes de Rajoy. Cuando esto termine, las matemáticas que no
las estadísticas nos dirán la verdad.
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