viernes, 27 de julio de 2018

A LA TERCERA VA LA VENCIDA. La casualidad y la locura

                                 Montón sujeto de la autocombustión.

Dos cosas son infinitas, dicen comentaba Einstein: La estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo; y apostillaba: La locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados.
Pues aquí quería yo llegar. Llevaba muchos años haciendo la misma cosa, y este año el resultado ha sido diferente, y además doblemente.
La costumbre, (mi locura), había hecho, que cuando cortas la hierba con un cortacésped, la vas amontonando porque nunca ha sucedido nada. La casualidad ha querido que estos años no muy lluviosos, esta se haya cortado seca y el resultado fuese uno. Este año sin embargo, sobre un montón de hojas secas del otoño pasado, fui acumulando hierba recién cortada; y este año si, con mucha humedad debido a las continuas lluvias. “Casualidad”.
Hace algo más de un mes, mi sorpresa fue que un día, los bordes del montón aparecieron quemados. Esto no fue a más, porque la vegetación de alrededor estaba saturada de humedad; “casualidad”. Aparecieron en mi cabeza un montón de ¿¿¿¿¿¿???????, pero ninguna me llevó a un resultado cierto.
La semana pasada, quiso la casualidad  que bajase donde dicho montón apilado de hierba a las siete de la mañana. Que la combustión suele ir acompañada de humo.  Que …yo que se. El resultado es que dicho montón estaba totalmente quemado, como también una superficie de pequeña maleza de alrededor de unos treinta metros cuadrados. Manguera, agua, nervios, 112, mas nervios….Bueno, al final no fue a mas por un gran cúmulo de casualidades.
Hablando con un responsable del servicio de incendios, me aclaró que es factible esta situación. Yo había hecho un sándwich; de hojarasca, entre capas de hierba triturada. La fermentación bacteriana con la ayuda de calor exterior y la humedad de dicha hierba, había hecho subir la temperatura del relleno de hojarasca por encima de la temperatura de combustión de la misma. Seguramente fue el aumento de la humedad a media noche la que disparó dicha combustión. La primera vez no fue a mas, por el exceso de humedad de la vegetación del entorno, (mes de mayo). La segunda las casualidades apuntadas.
En fin, yo había hecho siempre la misma cosa, pero esta vez con diferente resultado. Se habían alineado en este caso dos situaciones en mi contra, la casualidad y mi infinita ignorancia. Einstein hubiese dicho; mi estupidez.

lunes, 16 de julio de 2018

A LA TERCERA VA LA VENCIDA. Y van tres años

BAR EL CORTIJO-MASUECO DE LA RIBERA

Hace ahora tres años que reabrió, tras algunas reformas obligatorias en los WC,s (atendiendo a la nueva ley de igualdad), y que los que micionamos de pie sufrimos: El bar el Cortijo en Masueco de la Ribera. (Y pongo de la ribera porque no pienso ser políticamente correcto). Y como esto último se alargaría, habrá otra entrada.

 Estos bares que sobreviven en pequeños pueblos sin una subvención merecida, son lo mas parecido a aquellos centros que en otra hora, fueron lugares donde iba la gente a ver los toros y el fútbol, (la fiesta nacional siempre primero), y en unas épocas, en que no en todas las casas existía un televisor. Ahora que estas transmisiones, previo pasar por la época analógica en que las veíamos con rayas, han pasado a ser directamente de pago, lo que no ha hecho volver al BAR. Sana idea. A mi particularmente me gusta mas la palabra taberna. Y por si acaso a algún joven le parece un invento nuevo; bien viene un extracto de la cena jocosa de Baltasar del Alcazar, nacido en Sevilla en 1530.

Si es o no invención moderna,

vive Dios que no lo sé,

pero delicada fue

la invención de la taberna.

Porque allí llego sediento,

pido vino de lo nuevo,

mídenlo, dánmelo, bebo,

págolo y voyme contento.

Este Bar el Cortijo, situado junto a la iglesia, es un autentico centro cívico del saber, lugar  donde se reúnen ateos y creyentes para discutir sobre lo divino y lo humano, moros o cristianos, sean del bando A o del bando B.

Donde las discrepancias siempre son, entre si es mejor Messi o Cristiano, si lo fue el Viti o el Cordobés, o si me diste la señal de que tenías dos ases y solo era uno, en alguna de las partidas de mus  o subastao. Donde el problema es llegar tarde tras la salida de misa y que te hayas quedado sin el rico pincho, de la recién hecha tortilla de patata. Donde no hay discusiones entre los partidarios de barra, silla o terraza. Entre los aficionados al blanco o al tinto, si al vino se refiere; o entre los de Mahou o Estrella de Galicia, en tocante a cerveza. Con leche fría o caliente si el asunto trata del café. Donde unos y otros, (del bando A o del B), tienen lo mismo para elegir: Espetos con o sin lactosa, zurullos, muñones, verdel de cuaresma, crestas, y un largo etcétera, y cuyo máximo desacuerdo con el servicio en momentos puntuales es: me has calentado el morro demasiado, la clara dije con limón, o el descafeinado el próximo de máquina.

Visto el resultado, los siguientes comicios, por favor: EN EL BAR.

Suerte amigas.