Las ondas sobre la palabra Arribes deben referirse, supongo, al río Duero,
(Anagrama de la asociación)
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Este mes de junio que se va, trae a la denominación de vinos arribes, la calificación de Muy Buena para la añada 2010. Los dieciocho expertos catadores así lo estimaron.
Los que me conocen saben que soy tan amante del vino, como detractor de la cursilería vinífera. Lo de caldo aplicado a tan particular bebida, después de súper-filtrada, simplemente no lo entiendo, y la valoración de las catas, ajenas a cualquier proceso natural, mucho menos.
Uno que presume de no hacerle ascos a ninguno, tiene su regla particular a la hora de clasificarlos.
Esta se sitúa en una amplia gama que va desde los que te gustan, a los que no.
Y otra mas importante en lo personal, tiene que ver con el tiempo que dura el dolor de cabeza. Este valor en mi caso, es inversamente proporcional al prestigio en el mercado de dicho vino.
A), vino de bodega, bueno, picado o turbio, cero dolores de cabeza.
B), vino de cooperativa, regular, bueno o muy bueno, ligero dolor de cabeza.
C), vino de gran marca, excelente o muy bueno, por obligación del mercado, cefalea para un par de días.
La clasificación de las añadas en toda la década de los setenta, fueron para la ribera del Duero por ejemplo: 2 deficientes, 2 regulares, 4 buenas y 2 muy buenas.
Para los últimos diez años: 1 buena, 5 muy buenas, 4 excelentes.
Esto tiene que ver, o bien con el cambio climático, o con los grandes avances de la química. Lo primero por demostrar, y lo segundo palpable.
A continuación, los datos (que pueden localizar en la red), de una cata del tinto crianza 2007 Arribes de Vetonia, elaborado por la cooperativa Arribes del Duero.
Color cereza de buena intensidad, ribete bermellón, buena lagrima, acredita en nariz aromas de fruta roja, muy madura, así arándonos y frambuesas maduras y sensaciones a coco, y chocolate, otras a café y clavo, tiene en boca un buen ataque, frutal, sedoso sensaciones frutales, así mora en boca, y otras sensaciones en el paladar a la buena madera y especiados, vino especial muy ric, redondo y cremoso, de buena acidez, elegantes y finos taninos y de gran equilibrio, amable y muy integrado, en el retronasal una sensación a los especiados de la boca y a aquella fruta, a la mora madura; su cata es agradable, persistente e intensa.
Creo que este calor nos está volviendo locos.
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