Camino de los vasos, Masueco
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Ahora que el sorteo de navidad se aproxima, viene a mi memoria el dicho que después de cada hecatombe, suele y puede venir para redimirnos de algunos males terrenales, el número 60577 el próximo 22 de diciembre de este 2011. De paso, nos recordará historias acaecidas otro tiempo en este pueblo.
Hace una centuria, este lugar de la Ribera sufrió tan grandes desgracias meteorológicas, que la comisión provincial nombró una serie de peritos para valorar las perdidas sufridas por su vecindario según el expediente de calamidades formulado al efecto.
Las lluvias torrenciales, pedrisco y demás, destruyeron varias casas, molinos, inundaron bodegas, y arrastraron con ellas casi toda la producción de aceitunas.
El comercio con el país vecino, quedó suspendido en la zona de las aceñas, al dañarse la barca y la cordelería que permitían su travesía por el Duero.
Pero la mas infortunada de las desgracias la recogía con estas palabras el diario El Salmantino de 17 de diciembre de 1910.
El día catorce del corriente mes, regresaba a su casa desde el campo donde se encontraba recogiendo aceitunas al jornal el vecino de Masueco, Martín Herrero Valero de veintiocho años de edad; y al pretender pasar con su borriquilla por un rustico puente el regato llamado de los vasos, resbaló la caballería. Al verla en peligro, y sin acaso reparar en otra cosa más que en salvarla porque constituía su único caudal, se arrojó a ella con sobrada temeridad y fueron ambos arrastrados por la impetuosa corriente….
A la mañana siguiente aparecieron mas abajo la faja y la chaqueta que debió llevar suelta.El cadáver del infortunado Martín no ha aparecido. (D.E.P.)
Deja en la miseria a su joven esposa y a un niño de muy pocos días.
Desde este periódico se montó una pequeña colecta para recoger algunas ayudas y donativos, pero lo del sorteo viene por otra parte.
Uno de estos donativos, vino de la mano de Don Melchor García Sánchez profesor de la escuela normal de maestros de Salamanca. Este tuvo a bien, regalar a la sufrida viuda la participación de una peseta del número 18802 para el sorteo del 31 de diciembre de ese año.
El 20 de enero de 1911 esta misma publicación traía la reseña de la feliz noticia, que tal número había obtenido un pequeño y agradecido premio.
Por tanto, tengo el presagio que este año la fortuna está llamando a las puertas de este pueblo, que así sea.
P.D. (Creo que quedan números). Preguntar por Pedro.
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