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Al pino de Santa Marina de la Verde
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Se extienden tus raíces retorcidas
buscando de la roca la hendidura;
y desde ella se elevan a la altura
las ramas por el viento sacudidas.
Tu tronco secular lleno de heridas
desdeña el lodo de la tierra impura;
pues filtraron en él , su savia pura
las nieves del invierno derretidas.
Forjóte Dios impenetrable escudo
que tus recias entrañas defendiera
del huracán contra el embate rudo.
Imagen de la vida verdadera,
diciendo estás, con tu lenguaje mudo
al hombre, sin cesar; lucha y espera.
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Viendo este milenario castaño seco, asfixiado por sus grandes retoños; que mejor,que estos
versos de D. Vicente Ledesma Barbero,(1899-1987),sacerdote, natural del pueblo vecino
de Aldeadávila, cuna de grandes religiosos. Ejerció en Arcediano y Mata de Ledesma, antes
de marchar como canónigo a la ciudad de Córdoba.
(Del libro Obras completas, de D.Luis Mata. Realizado y trabajado, por Doña Consuelo).Seguro quedan ejemplares. Leer a un poeta es la mejor manera de honrar su memoria.
Delfi. Ya sabes la casa de mi tío. Duerme en ella con sus quevedos caidos sobre la chaqueta de pana, sus ojos azules cansados de tanto haber visto en su recorrido de magistrado en casos judiciales de casos de muerte.
ResponderEliminarComo dice el Adelanto. Atribuye la siguiente frase: En este trimestre he juzgado cuatro casos de muerte , parece que la humanidad no tuviera otra cosa por la que matarse que por cosas tan futiles como: el robo de unas mieses, el entrar un ganado en la finca de otro, el quitar una regatera para que otro no riegue y el mover un mojón!
Su casa en ese lugar idílico, en ese pueblo de Masueco, le sirvió de descanso, repaso de su vida, alejamiento de las personas humanas que le habían hecho exceptico y demás.
¡Su recuerdo sigue. No sé si fue el misterio, si su persona o personalidad, si su justicia, si..!
A mi me costó muchos años dedicirme a conocerle, a pesar de ser un familiar directo, luego le seguí durante cuatro años. Allí pude seguir su trayectoria de trabajo y ascensos y analizar todo aquello para poder deducir como había vivido y pensado. Puede que no lo haya conseguido, pues nadie sabe lo que llevamos dentro.
¡Él se casó con la Justicia!