EL NOMBRE DE LAS COSAS

Puente camino de la Herrera

Trescientos euros o más,(antigua pamplina)
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Desde el principio de las cosas, estas fueron recibiendo nombre acorde, a su apreciación en

cuanto a su forma, color, olor, por sus propiedades, etc.

Los jóvenes que por el hecho de serlo, no van a estar siempre en el error, acostumbran a

veces cuando se refieren a lo que cuesta algo, a preguntar con el dicho: ¿Y esto como se llama?

Pues bien, creo andan en lo cierto.

Hablando con los ancianos del lugar, uno parece estar viviendo en otro mundo. Pues no. Es Castilla-León.

Aquí, las otra hora llamadas maruja, pamplina, regajo, que las gentes del lugar usaron para

ensaladas, se llaman ahora, de trescientos euros para arriba, dependiendo no de la calidad del

producto, si no del denunciado-ante. La manzanilla amarga, (conocida de otras mil maneras), que

siempre utilizaron las mujeres aquí, para los dolores de lo “suyo”, como por pudor decían, ahora

se llama de quinientos euros o más. El orégano que crece a patadas en todo Masueco, y que por

falta de pastoreo extensivo, acaba trasformándose en posible pasto del fuego, se llama ahora equis cientos euros.

El tomillo, que junto con el romero formaba parte del mágico y quijotesco bálsamo de Fierabrás.

Seguramente nuestro héroe, aún estaría tullido. ¿Lo habrán leído alguna vez?

Creo que cuando el Todopoderoso se fue a descansar, nunca pensó en nuestros políticos; de otra

manera nunca lo hubiera hecho.

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