Durante siglos y sin conocerse casi de nada; los pueblos de frontera atizados por los poderes de uno y otro lado, anduvieron siempre en correrías en un sin fin de guerras a lo largo de varios siglos.
A parte de incendiar los prados del enemigo, robar o matar el ganado, beber o derramar el vino rompiendo las cubas; siempre y como costumbre, arrancaban las viñas del bando contrario. De ello y de este lado, pueden dar fe, Fregeneda, Saucelle y otros más.
Este detalle lo he comentado con ilustres amigos del lado de allá y como no, siempre hay algunas diferencias de interpretación.
En lo común, es verdad que el vino era el alimento energético mas barato que tuvieron esas gentes; que era además el elemento que alegraba sus fiestas, tertulias y demás, y moralmente eso hace daño; mas yo creo lo harían también, para que nos fuéramos acostumbrando a lo que nos iba a llegar de otra frontera: La frontera de los Pirineos y la de Valladolid.
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Por aqui Angel és igual, toda a gente sabe que a lenha aquece, mas as arvores/cepas/etc desaparencem e ninguém as planta.
ResponderEliminarAproximamos-nos do fim do mundo....
A todos desejo Festas Felizes
En la zona de las arribes salmantinas Lopes,dentro de un par de años no queda vino ni para emborracharse.
ResponderEliminarY la población ya sabes,casi todos reformados.Dentro de pocos años,solo jabalies.
Un abrazo.Angel