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Durante la década de los sesenta del pasado siglo, tuvo lugar en Masueco el proyecto y obra de abastecimiento de agua para el municipio. Se inauguró en 1971 siendo alcalde Felipe Arroyo.
Como en un principio ni el potencial de agua ni el económico era suficiente, no había posibilidad de meter el agua corriente en todas las viviendas, con lo cual, se optó por colocar repartidas por puntos bien situados de el pueblo, unos caños para que la gente pudiera recargar sus cantaras y tinajas.
Con este último elemento, la tinaja, como hacían los antepasados de estas tierras con los toneles que habían contenido vino, obtenían una bebida (aguacuba) de baja calidad para el consumo propio. Si hubiese sido mejor que el original, hubiera sido un milagro. Hoy lo llamarían economía sostenible, pero eso es para otro día.
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