VIAJEROS DE OTRA ÉPOCA,II. MASUECO DE LA RIBERA

Hermosa estampa del segundo viaje del Sr. L.Alonso a la ribera (La Esfera, 1924)

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Fue en la semana santa de 1924 cuando el Sr. Alonso, colaborador de la revista la Ilustración Española y Americana, (ya traídos aquí), hizo su segundo viaje a la ribera del Duero salmantina recordando fielmente según se observa en su escrito, su anterior visita a los impresionantes arribes.

Este, realizó el más importante reportaje de viajes  sobre esta zona a nivel nacional en (1903), solo adelantado en el tiempo por el primero de los tres que hiciera D.Miguel de Unamuno en 1898.

Esta vez salió publicado en junio (1924) en la revista La Esfera: La ilustración mundial. (Como se ve, América pasó a otra historia). Según comenta, el viaje le fue mas cómodo; el ferrocarril lo trajo hasta la vecina Lumbrales y de allí a Barrueco Pardo en un auto de línea. Desde este lugar ya caminando llega hasta Mieza, mas concretamente al lugar de la Code, un pico con la montaña hacia abajo como él la describe.

Desde allí  al santuario en ruinas de la Verde, lugar para el que solo tiene halagos por su belleza.

Seguramente vino movido por los insistentes rumores que tenían que ver con la explotación del Duero con fines hidroeléctricos, sobre todo por las dos más importantes propuestas a nivel nacional que había sobre el tema.

Sin embargo, este era ya conocedor de un proyecto que había ilusionado tanto a D. N.Sánchez Mata, que actuó de representante  por Masueco, como a la mayoría de los regidores de la zona y que había presentado en el año 1908 la sociedad del Sr.Vicente Goudinho.

Esta pretendía la construcción de una línea férrea que uniría las localidades de Fermoselle y Ciudad Rodrigo atravesando varios pueblos de la ribera, (Villarino, Pereña, Masueco, etc.) y que estaría alimentado con la energía eléctrica que se produciría en un futuro salto.

(Alguna publicación señala su ubicación en el Duero, sin embargo, otras lo sitúan entre los términos de Pereña y la Peña en la ribera Agrea (1), cerca de su desembocadura en la ribera de Masueco (río Uces hoy); y otros en el propio río Masueco; aunque 192 mts. de altura me siguen pareciendo demasiado.

El fin último era sacar todos los productos, (frutas y vino en su mayoría) que se producían en la zona, hasta una vía de comunicación que uniera con las más importantes ciudades españolas y portuguesas.

Ni que decir tiene que el Duero acabó produciendo ingentes cantidades de energía eléctrica; y que el tal ferrocarril nunca se construyó. Con ello nos privó de tener en la actualidad una vía verde de esas que quedan como recuerdo de un pasado mucho mas próspero.

Otra vez será.

(1),(Grea, Greda, que de muchas maneras se la ha llamado).

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