Felices cuan mulos con "arrapeas"

 

Transporte sanitario con "bomba vírica" en su interior. (Masueco)

Otras epidemias: Las autonomías

Esta primera semana de marzo parece que ha decidido “el bicho” dejarnos descansar un poco. Por tanto, parece buen momento para que los jefes de las tribus de la “Iberia Hispana” ensalcen y presuman de la eficacia de sus medidas.  Unos achacan “su éxito personal” al cierre de las secciones de ropa y calzado en las grandes superficies, (todos saben que es por esos pasillos por los que circula el virus).  Otros al cierre de la hostelería hasta el punto de hacerla inviable. Algún otro, al número de comensales a la mesa y su distinto lugar de dormida. Unos haciendo muchísimas PCR y sus posibles falsos positivos, y otros con mayoría de pruebas de antígenos (como la Junta de C y L) con sus infinitos falsos negativos. “Unos” se meten con “otros” porque dejaron a sus paisanos autonómicos tomar un vino en los bares de su comunidad con lo que mejora la comunicación, el estado anímico y por tanto,” las defensas”. Otros se quejan de que eso es jugar sucio porque menoscaba a sus súbditos autonómicos.

Ahora viene el problema y no es otro, que todas las comunidades españolas han ido mejorando los datos simultáneamente cuando el único estado que las une es el “estado de alarma”.  Como alguien en el gobierno, (bomba liberticida, membrillo o lo que sea), deduzca que es por esto último; aparte de utilizarlo como tratamiento para cualquier dolencia, nos tendrán en este estado hasta el día del juicio final. Incluso en la vecina “Iberia Lusitana” con su cierre de frontera que me impide ir a abrazar amigos y a comer buen “bacalhau”, tiene ahora datos similares a los nuestros.

Otra de datos. En España en dos meses se han vacunado 1,3 millones de personas con televisiones y bombos incluidos. Si somos 47 millones, faltan 36 meses para lograr la vacunación plena. SÍ, 3 años completos sin sus Semanas Santas ni Rocíos almonteños, sin ferias de abril, sin San Fermines ni fiestas agosteñas, sin piscinas, sin fútbol, y tres natividades con lotería pero sin Belenes. La vida da, que como predijeron las matemáticas, la cepa Británica había venido a vacunarnos. En Asturias por ejemplo, su presidente comunicó ayer que esta cepa está presente en el 90% de los casos de su comunidad. ¿Es que alguien podía pensar que una variante que produce síntomas en “solo” el 20% de los infestados no iba a hacerse mayoritaria? Y si apareciera otra que lo hiciera “solo” al 2% se haría dominante antes de fin de año si es que la “britis” para entonces no nos ha vacunado a todos.  ¿Por qué el tío Simón no contrata un matemático para que le haga los pronósticos?

Y para remate los puentes que vienen. Parece el mundo del revés. Madrid que es la comunidad que más libertad de esparcimiento ha tenido en esta última “ola” con la hostelería, teatros y demás abiertos; (con sus limitaciones); parece que es a la única a la que todavía le sobran “cadenas”. A nosotros no;  nosotros estamos felices cuan mulos con “arrapeas”. Gracias mi amo; que haríamos sin ti.