sábado, 10 de octubre de 2020

El wolframio de otra época

 

Imagen de Santa Teresa en la iglesia de Masueco.(Quizás no sea el mejor lugar). Puede que también, visto sus escritos, sufriera algo parecido a F. Botello de Moraes.

 

 

Cuando las gentes de la Europa de los años 40 del pasado siglo se enzarzaron en un conflicto bélico que posteriormente se extendió por todo el mundo, hubo materiales que fueron de primera necesidad para las cosas de la guerra; uno de ellos fue el tungsteno o wolframio, necesario este para la fabricación del acero. Por este motivo la zona noroeste salamantina se llenó de explotaciones algunas de ellas casi a nivel artesanal. Cuando estos dejaron temporalmente de matarse, el precio de este material bajó hasta tal punto, que volvió a dar más dinero el vino, y así volvemos al capítulo primero.

Algunas de estas explotaciones funcionaron en Masueco durante los años 50 del pasado siglo. La de los Llameros y mina Morina al final de sus días y antes de su definitivo cierre, llevaban el material extraído a  Barruecopardo para su posterior concentración.

Pero en el noroeste peninsular, hubo un conocido en esa época como oro negro o wolframio vegetal, que alcanzó un altísimo valor: El cornezuelo del centeno. Quizás la gente joven no haya oído hablar del LSD, droga alucinógena utilizada por algunos elementos del movimiento “Hippy” (jipi), nacido en la década de los 60. Muchos psiquiatras y psicoanalistas, vieron en esa droga un agente terapéutico muy prometedor, por lo que, aunque ya se había sintetizado y fabricado por los laboratorios Sandoz, su precio para un país salido de una guerra era prohibitivo.

Este compuesto cristalino relacionado con los alcaloides del cornezuelo del centeno ya se utilizaba en la medicina popular, (aceleración del parto, abortos, e infinidad de aplicaciones). La brujería desde muy antiguo se venía aprovechando de él. En Galicia, por su climatología, era usual que este hongo estropease las cosechas de este cereal; este hecho dejaba al centeno inhabilitado para  la fabricación del pan. (La mayoría de las alucinaciones que se producían en los conventos de las órdenes mendicantes, que no tenían mucho dinero y comían “pan negro”, se debieron seguramente a la utilización de este centeno. Como comenté un día con Nelson R., amigo del lado de allá, su paisano Francisco Botello de Moraes, (Torre de Moncorvo 1670), leyendo su “Historia de las Cuevas de Salamanca”, me pareció haberse pasado comiendo de este “pan”.

Desde el puerto de Vigo salía gran cantidad de este cornezuelo con diferentes destinos como Inglaterra y Estados Unidos. Después de Galicia y Asturias la región leonesa, era en España la mayor productora de centeno. (La región leonesa incluía Salamanca. Lo digo por los más jóvenes). El hecho de que años más tarde fuera prohibida la exportación del mismo, unido a la paralización del campo por la guerra civil, y la inseguridad del transporte durante la segunda guerra mundial, hizo que los precios se dispararan en el mercado internacional. En 1953 ya en plena guerra de Corea, llegó a pagarse en España a 700 pesetas el kilo. Y apareció por tanto, el control por parte del estado y como no, el estraperlo y las multas. El Adelanto con fecha de 7 de Enero de 1942 ya publicaba alguna sanción de 1000pts a P … ... de Masueco de la Ribera por la ocultación de 38 kilos de cornezuelo. Las multas por ocultación de materias primas de primera necesidad en aquellos momentos estuvo a la orden del día: Jabón, aceite, patatas, etc.  Ahora nos parecería raro este hecho; pero había que repartir; solo un ejemplo. Cuando terminó la guerra, los mulos que habían sido todos requisados para la misma, como mucho se vendieron para carne y claro, el arado no funcionaba a pilas.

 

 

P.D.  De ahora en adelante: Si el Barsa gana la liga, si sube el pan, si el planeta se calienta, si Sánchez no es el más guapo, o si la Covid-19 se extiende en Navarra, ya saben: Los madrileños tienen la culpa. Solución;  se les quitan libertades hasta que aprendan a votar-me.

1 comentario:

  1. Amigo Angel, me ha gustado mucho mas este articulo sobre el "oro negro" de nuestras tierras en otros tiempos. De un lado el wolframio (para las gentes de aqui simplemente el "minerio"), por otro, lo q llamais cornezuelo, aqui "cornelho" o "cornissol", que se parecia sobretodo en el planalto de Miranda-Mogadouro). Me recuerda de veer algunos ejemplares guardados en cajas de lata, en casa de mis abuelos. E, mas raro, en alguno pie de centeno. Pero en mis dias creo q nadie ja lo valorizava tanto. Pero se decia que era mui importante para medicinas. Si mi conterraneo Botelho de Morais ha comido de ese pan o otra substancia (por ejemplo, se dava muy bien el canimo - cannabis - en nuestro Valle de Vilariça) no lo se', pero su vision del submundo salmantino si parece indicar un estado alterado de consciencia! Notable para un hidalgo iberico del siglo XVIII, creo q anterior al celebre Cagliostro.


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