lunes, 24 de agosto de 2020

El misterio de la cara norte de la iglesia de Masueco y el cementerio del Santo Cristo

               Puerta de la cara norte. (Iglesia de Masueco de la Ribera)

 

No es fácil que lleguemos a conocer la relación si la hubiere, entre la fachada de la cara norte de la iglesia de Masueco de la Ribera y la construcción del cementerio adosado a la ermita del Santo Cristo del Humilladero. La invasión napoleónica en los años posteriores pudo destruir gran parte de la información que hubiera sobre este hecho.

Cuando por real célula de Carlos III de 3 de abril de 1787 se obliga a la supresión de los enterramientos en las iglesias, (como se estaba ya realizando en Inglaterra, Francia, Alemania, etc. tras las últimas pandemias que asolaron Europa); hubo poblaciones pequeñas que tuvieron adosado a su cara norte un reducido cementerio exterior. Para comunicar templo  y enterramiento, en muchas iglesias abrieron en ese lado una pequeña puerta,  con la construcción de un arco de medio punto. Y aquí viene el misterio de la cara norte.

En una de las disposiciones de la ley, pide que la ejecución de los cementerios se realice  fuera de las poblaciones, en sitios ventilados y distantes de las casas de los vecinos aprovechando como capillas para estos, las ermitas que existan fuera de los pueblos. Así aparece el cementerio extramuros de Masueco, adosado y comunicado con una pequeña puerta al atrio de la ermita del Santo Cristo. (De su construcción, se encargarían los curas de los pueblos con acuerdo del corregidor, costeándose la obra con los caudales de la fábrica de las iglesias y lo que faltare, prorrateado entre los partícipes de diezmos, ayudando los caudales públicos con la mitad, o la tercera parte del gasto total). Más tarde, a lo largo del siglo XIX, estos pasaron a ser de control municipal. (Por tanto faltaron solo algunos años para que, la recaudación por el derecho de enterramiento fuera con cargo al ayuntamiento, previa la presentación del resguardo del abono de los derechos parroquiales).

Pero volvamos a la cara norte de la iglesia. La alineación de los templos románicos siempre seguía un patrón. Si existía una torre de anterior construcción se aprovechaba esta, (Aldeadávila, Corporario, Masueco), se adosaba la galería para los fieles con el ara siempre orientada a tierra santa; a la entrada de la torre se la acompañó siempre con otra gran puerta mirando al sur, asegurando con esto, luz y sol en los momentos de espera; (ejemplo, los pueblos anteriores). Entonces, ¿a qué viene ese gran pórtico injertado en la cara norte como puede verse bien en la obra? ¿Hubo alguna vez alguna pequeña puerta en esta cara con acceso a algún cementerio exterior? La cuestión, es que se abrió un gran boquete y se construyó una hermosa puerta mucho más bella que la de la cara sur. Sobre el arco de entrada una hornacina sin definir, con la duda si alguna vez hubo estatua en ella. Encima, un escudo artístico de la orden de predicadores  encumbrado todo con  jarrones de azucenas, (como sucede en el convento de San Esteban), tres en este caso. ¿En algún momento se pensó en cambiar la advocación de la iglesia? Esta época corresponde con la expansión de muchos predicadores de la orden dominicana que salieron del colegio seminario de este pueblo. ¿Contó con ayuda de algún civil o religioso de los emigrados a tierras americanas? La invasión francesa quizás nos dejó con las ganas de saberlo. ¿El castigo? Tenemos mejor vino que ellos, (eso sí, lo venden mucho mejor).


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