La casa de la discordia. (el coche no está en venta).
No era la víspera de la pascua
judía, pero sí de las del toro de Masueco de la Ribera, cuando aparece el
programa de fiestas de este 2018. En primer lugar el saludo del alcalde para
desear a lugareños y visitantes pasar unos buenos días. Seguidamente, quejarse
de la poca ayuda que ha tenido por parte de la administración en el asunto del
secretario. (Nueve meses sin tal responsable). Pero lo de la conocida en el
pueblo como “casa del cura”, merecía página aparte.
Este edificio construido a
principios del siglo XX para D. Nicasio Sánchez Mata, (Aldeadávila de la Ribera
1857, persona con gran actividad católica hasta el final de su vida, y que
fallece en Salamanca en 1946), y su
esposa, Isabel Reyes Sobrino; fue donado
por la familia Sánchez Reyes (tal vez por deseo de sus padres), para casa
parroquial, (residencia del sacerdote y demás usos parroquiales, catequesis,
biblioteca, etc). Así fue mientras fue necesitado, y hasta su posterior
deterioro.
De hace tiempo, el ayuntamiento
estaba interesado en hacerse con edificio tan singular, y cuando el obispado,
(al írsele solarizando la mayoría de las casas parroquiales), las puso a
subasta; el equipo de gobierno municipal de Masueco, se presentó previa
solicitud de audiencia, en el obispado, para decirle que el ayuntamiento estaba
interesado en su adquisición, y de paso, informarse de los trámites necesarios
para ello. Tras estudiar datos del catastro y secretaría del propio
ayuntamiento, y tras escuchar la parte crematística del clero; se le hace una
oferta por escrito de 40.000 euros.
Pasados algunos meses les
informan que ya estaba adjudicado a otra persona con la consiguiente decepción
del pueblo, y cabreo personal del alcalde. Desde el gobierno municipal informan
al obispado que estarían dispuestos a igualar la oferta, (si esta no fuera
desmedida), pues como linderos por dos de sus lados tienen derecho a un re
tanteo. La respuesta por parte de los representantes de la parte económica de
la iglesia, fue lo que más dolió a la corporación, y que prefiero ahorrarles a
ustedes.
Todos estos bienes inmobiliarios
fueron en su totalidad donados por gentes e instituciones de los pueblos, para
cumplir una labor asistencial y religiosa, por lo que uno llega a pensar viendo
a estos nuevos mercaderes:”Que buen
momento para que vuelva Jesucristo con el látigo”. O al menos, para que no
utilicen su nombre en vano.
Eso es mentira! La subastas del obispado era legal hasta que el Alcalde pretendió que se le adjudicase a él sin ser el mayor postor! Eso es una irregularidad y todos somos iguales ante la ley, si el Ayuntamiento hubiera querido tener derecho preferente, que hubiera pujado el valor del suelo, antes de su adjudicación, si no, que no impida una venta a vecinos del pueblo que hubieran arreglado la casa. Lo ilegal es querer adjudicársela sin pujar en la subasta y con amaños! Por eso mejor callarse y no hablar de lo que no se sabe!
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